sábado, 27 de octubre de 2007

Por favor, regresa Matador

Escribo desde la computadora de un amigo: mi disco duro se quemó y los 80 Gb de información recolectada a lo largo de 3 años desaparecieron para no volver jamás. Siempre pensé que cuando este día llegara, iba a sentirme terriblemente mal, triste, furioso, pero no. Me da igual. Es precisamente esta indiferencia la que me pone un poco melancólico.





Mi amigo Esteban sembró el pánico



Extrañaré mi discografía de Los Planetas (oh sorpresa), a Dinosaur Jr, J Mascis y su pelo que da miedo, las melodías vibradoras de El Otro Yo, las ganas de escapar del país de Camera Obscura, el now-that-I'm-so-sad-and-not-quite-right-I-could-dance-all-night de los Clap your hands say yeah, las borracheras de los Happy Mondays, al guapo de Ian Curtis, a sus amigos de New Order, a los Triángulos de Amores Bizarros y los Columpios Asesinos, a los gigante que vivirán siempre con Electro-Z, a los adorables Stone Roses, las letras de Morrisey, a los Pixies!, a David, a David, a David, Ziggy, al Major Tom, a mi recién conocido Neil Young, los instrumentos raros de los Arcade Fire, las otras 1000 bandas canadienses que me gustan, a Sebadoh y el bajista rechazado, a Neutral Milk Hotel, a Sonic Youth, a Pavement, a la nadadora que bordeará en equilibrio toda la piscina por amor. Extrañaré hasta a Iggy Pop. ¿Y las películas de Kusturica, Jorodwsky, Lynch que no encontraré jamás en este rincón del tercer mundo ?, ¿mis cuentos, canciones, trabajos….? Me da pereza recordar tanto.

Tal vez en el fondo quise desaparecer todo esto hace mucho, pero tenía miedo. Era esa estúpida sensación algún-día-me-servirá-esto-para-algo. Es bueno, de vez en cuando, liberarse de todo y empezar de nuevo. Aunque solo sea un disco duro.

+ + + + +


Justamente hoy que no tenía muchas ganas de conversar, fui al cine a ver Campos de Esperanza (otra genialidad hispana: el título original sería algo así como “Sin destino” o algo menos esperanzador) y ha merecido la pena. ¿Qué puedo decir? Esperaba con todo el masoquismo del mundo una Lista de Schindler 2, sin embargo, esta vez Dios se apiadó de los judíos y les permitió una película exenta de patetismo y sensiblería.



En resumen György, el joven protagonista, recorre los infernales campos de concentración hasta perderlo todo, y es en ese instante de pérdida y liberación total, en el que logra vislumbrar que el infierno no existe (al menos no en el tierra) y encontrar algo parecido a la felicidad. El György que regresa a casa luego de la guerra es una persona distinta. En apariencia, el sufrimiento lo ha vuelto un hombre insensible: simplemente ya no puede seguir prendado de las mismas tonterías que el resto. Los hombres no soportan la felicidad por mucho tiempo, dijo Octavio Paz en algún lugar (supongo que no en un poema, pues no leo poesía. No sé por qué), y creo que tiene razón. Los que permanecieron en casa durante la guerra, disfrutando de un relativo bienestar, no tienen ni idea del estancamiento en el que cayeron en contraste con los “concentrados”; György, por el contrario, tuvo que dejar atrás mucho, liberarse de ataduras que forman parte de nuestra vida pero que en realidad no necesitamos. Supongo que es la única forma de avanzar (¿hacia donde?). En este momento pienso en mi disco duro. Mierda.

jueves, 11 de octubre de 2007

Vas a verme por la tele



Tremenda sorpresa. Los dueños de mi ex pensión universitaria son unos traficantes de menores desde hace más de 5 años. Según el parte policial, eran parte de una organización internacional, “Los bananeros”, dedicada a enviar chicos y chicas a EEUU para ser explotados en prostitución infantil y en venta de drogas.

Viví con ellos durante casi 6 meses en el 2004 y debo confesar que nunca advertí nada sospechoso. Es común que algunos esposos duerman en camas separadas o que las empleadas domésticas se sucedan como bidones de agua. No tiene nada de extraño que todas ellas sean chiquillas y que no se les permita pisar la calle, a pesar de sus sollozos nocturnos... Bueno, se me pasaron algunas cosas.

La señora Patty tenía una forma de actuar bastante convencional. Zalamera en un inicio, chismosa al agarrar confianza y charlatana de toda la vida. Defectos perfectamente lícitos, basta con echarle una mirada a nuestra sociedad. Tenía respuestas para casi todo; un dominio de la situación apabullador, como si gozara de un mapa social que le permitiera vencer en todas las discusiones. Incluso las morales. La recuerdo como una más de nosotros.

Tengo la impresión que esas prédicas y rajes moralizadores no eran una farsa, al menos no adrede. Patty realmente creía en sus palabras, su actuar era de alguna forma consecuente. Pienso que ante sus ojos ella era una mujer pragmática decidiéndose por el mal menor (asegurar el bienestar de su familia con ingresos delictivos. Ya saben el país anda mal, qué se puede hacer) A su alrededor había todo un sistema de valores y prioridades, el problema es que estuvo construido sobre ficciones. Tal vez fue una víctima más de un profundo autoengaño, ese que nos permite vivir sin que nuestra conciencia nos meta patadas al riñón constantemente, sin que nuestro cerebro tenga la presencia eterna de nuestro patetismo. Es la reacción humana ante sus defectos: somos capaces de maquillar nuestro Mr. Hyde interior con tal de no horrorizarnos ante el espejo. ¿Será posible no terminar creyendo nuestras propias mentiras?

Si la mayor parte de nuestra historia se basa en mitos y leyendas, no creo que soltar unas mentiras más sea algo dañino. Pero, ¿engañarnos a nosotros mismos? Le quita algo divertido al asunto, nos aferra demasiado a una dignidad ficticia que no nos permite disfrutar de lo más gracioso que vamos a encontrar: nosotros mismos, pero bien al fondo. Sin embargo, no tengo idea como puedo ser sincero conmigo mismo. Mírenme, ahora mismo me creo bacán por escribir estas tonterías.


+ + + + +

¿Es verdad que los alcohólicos que no aceptan su condición alcohólica jamás curan? ¿Es el autoengaño el problema? Morrissey parece pensar que un alcohólico ya estaba jodido antes de ser alcohólico, por lo que su virtual aceptación y curación no cambiarán un ápice su triste estado.

Stop me if you think that you've heard this one before

Stop me, oh, stop me

Stop me if you think that you've

Heard this one before

Stop me, oh, stop me

Stop me if you think that you've heard this one before

Nothing's changed

I still love you, oh, I still love you

...Only slightly, only slightly less than I used to, my love

I was delayed, I was way-laid

An emergency stop

I smelt the last ten seconds of life

I crashed down on the crossbar

And the pain was enough to make

A shy, bald, buddhist reflect

And plan a mass murder

Who said I'd lied to her?

Oh, who said I'd lied because I never? I never!

Who said I'd lied because I never?

I was detained, I was restrained

And broke my spleen

And broke my knee

(and then he really lays into me)

Friday night in Out-patients

Who said I'd lied to her?

Oh, who said I'd lied? - because I never, I never

Who said I'd lied? - because I never

(Here -- and instead of oh)

And, so I drank one

It became four

And when I fell on the floor...

...I drank more

Stop me, oh, stop me

Stop me if you think that you've

Heard this one before

Stop me, oh, stop me

Stop me if you think that you've heard this one before

Nothing's changed

I still love you, oh, I still love you

...Only slightly, only slightly less than I used to, my love

Por sus letras, pienso que Morrissey no se crea falsas expectativas acerca de su persona. Jamás. ¿Le resulta? … tengo serias dudas.

Entonces, como dirían Los Planetas cuando jovenes: ¿Qué puedo hacer?

martes, 9 de octubre de 2007

Sueño de una tarde de primavera. Bahhh



Recuerdo que me perseguían. No se quién, solo recuerdo abandonar la sierra en una camioneta blanca con mi madre para desaparecer en alguna ciudad selvática. El paisaje me gustó, a pesar de la lluvia y la humedad; tal vez precisamente por eso. Leía algo durante el viaje, creo que “Ampay Perú”.

Quisiera recordar todo lo que pasó después, pero no encuentro nada en mi mente. Mi memoria se desplaza al momento en que me tiré a la cama con un amigo para escuchar música. Era la primera vez que escuchaba el NO NOS GANAN, un álbum recopilatorio que publicó la revista 69 en el 2005, con lo (supuestamente) mejor del indie peruano.

La música estaba bien aunque quizá le faltaba algo que me haga despegar los ojos de la ventana. Afuera todo el verde del mundo se mezclaba con catedrales y edificios de una ciudad perdida en medio de la selva, parecía la Judea que construyó Ian Mackenzie para filmar Salomé, había algo ancestral en todo; también rascacielos con vidrios azules, coches estacionados, pistas en perfecto estado. El cielo lluvioso era gris. Yo echaba un vistazo desde un lugar lejano.

De pronto escuché las quejas de mi amigo por la canción que empezaba. No lo dejé avanzar de pista (imagino que era un equipo para CD), me sonaba extrañamente familiar. Eran dos guitarras limpias sobre un bajo como de Kieran Stephen (o sea cumplidor y no mucho más). Seguí mirando por la ventana. Mi amigo paró de quejarse. El volumen subió y el sonido se hizo nítido; sólo había un parlante pero la música era envolvente. Afuera todo empezó a derrumbarse, creo que caían misiles. Era un gran espectáculo. No se por qué cerré los ojos y me eché boca arriba sobre las sabanas. Me pegué contra el imaginario parlante de la pared a mi derecha. Una voz hablaba de misiles nucleares, catedrales milenarias y promesas más sagradas. Sentí que no me perdía de nada allá fuera. No importaba que Sandro Venturo me haya demostrado (por enésimo vez. Pero esa es otra historia) que el Perú no era el paraíso perdido, podría haber estado en cualquier lugar del planeta y seguir sintiendo lo mismo.

El personaje del UNA SEMANA EN EL MOTOR DE UN AUTOBÚS terminó pensando que todas las cosas que le importan estaban dentro de su cabeza. A veces siento lo mismo.

Cuando desperté tenía los audífonos puestos y ni rastro del NO NOS GANAN. Anuncio para coches de Los Planetas sonaba con un volumen respetable. Esta es una de las pocas canciones en que Jota se deja acompañar de una segunda voz: Carlos Hernández el productor del álbum.

Anuncio para coches.

Es virtualmente imposible saber

a donde apuntan tus misiles

saldré para ver que han destruido esta vez.

Catedrales milenarias, las promesas más sagradas

y sé que no habrás dejado casi nada en pie

y si queda algo que se pueda salvar

lo vas a destrozar

Y a mi ya me da igual, yo ya estoy en otra parte.

Tus ingenieros nucleares

están preparando otro ataque

y van tantos que ya no los puedo ni contar.

Andarán buscando un blanco

donde puedan hacer daño

y yo protegiéndome de esta radiación

con mi nuevo traje del mas duro metal que pude encontrar

así que me da igual

donde vayas esta noche a reclutar

a tu nuevo general

no le deseo mal

que le pongan una estatua.


Aún no me deshago por completo de la tonta idea de ser NO parte de la generación IPOD. Aunque uso IPOD (al menos un mp3 que parece IPOD), intento escuchar álbumes completos. Tengo la sensación de perder algo cuando escucho canciones aisladas (excepto que hablemos de New Order. Me gustan pero no soporto escuchar sus álbumes de corrido, tal vez el Technique…).

En fin, intento cambiar: había marcado reproducción aleatoria. Revisé mi mp3 y vi que antes de Anuncio para coches había sonado Edad Legal del tétrico pero siempre refrescante Columpio Asesino (melodías paranoicas, letras absurdas, el bateria canta, una de sus canciones suena a gaviotas. Y son de Pamplona). Supongo que en ese momento fue la persecusión ( tal vez en Cecilia Ann de Pixies. ¿Me perseguía una ola?). Luego vino Step On de los borrachos Happy Mondays Gonna stamp out your fire, he can change your desire. Definitivamente aquí fue el borrón ¿que pudo haber pasado?: He can change your desire, Don't you know he can make you forget you're a man. Que miedo. Maldito Foucault, tú tienes la culpa ¿qué es eso de experiencias límite?

Siempre que experimento algo que no he hecho antes, veo que, a pesar de mi escaso mundo, nada me sabe a nuevo. Las sensaciones cambian, pero yo no cambio. Quisiera ver esas experiencias límite de las que hablaba Foucault para olvidarme un rato de mí y poder mirarme de lejos. Los libros y la música me botan de mi cuerpo a patadas en busca de algo nuevo, pero me recuerdan que allá afuera todo es igual. Qué puedo hacer.Tal vez me ponga mi traje del más duro metal que pueda encontrar y... preparense drogas pesadas intravenosas.

Debí dormir escuchando La caja del diablo. Dios, debo dejar de escuchar Los Planetas. Bahh da igual.


jueves, 4 de octubre de 2007

Oscar, tenías tanta razón



Ya lo decía Oscar Wilde:
"El hombre es menos él mismo cuando habla por cuenta propia. Dénle una máscara y les dirá la verdad". Bueno, parece que Dave Grohl y los Foo Fighters captaron la idea. Sí, Dave, ¿para qué inventar mal cuando se puede plagiar bien?

Tampoco estuvo
asu-que-bien-imitan-a-los-arcade-fire, pero mejor que su discografía completa, definitivamente sí. En fin, da igual. Mátalos
Régine.