martes, 9 de octubre de 2007

Sueño de una tarde de primavera. Bahhh



Recuerdo que me perseguían. No se quién, solo recuerdo abandonar la sierra en una camioneta blanca con mi madre para desaparecer en alguna ciudad selvática. El paisaje me gustó, a pesar de la lluvia y la humedad; tal vez precisamente por eso. Leía algo durante el viaje, creo que “Ampay Perú”.

Quisiera recordar todo lo que pasó después, pero no encuentro nada en mi mente. Mi memoria se desplaza al momento en que me tiré a la cama con un amigo para escuchar música. Era la primera vez que escuchaba el NO NOS GANAN, un álbum recopilatorio que publicó la revista 69 en el 2005, con lo (supuestamente) mejor del indie peruano.

La música estaba bien aunque quizá le faltaba algo que me haga despegar los ojos de la ventana. Afuera todo el verde del mundo se mezclaba con catedrales y edificios de una ciudad perdida en medio de la selva, parecía la Judea que construyó Ian Mackenzie para filmar Salomé, había algo ancestral en todo; también rascacielos con vidrios azules, coches estacionados, pistas en perfecto estado. El cielo lluvioso era gris. Yo echaba un vistazo desde un lugar lejano.

De pronto escuché las quejas de mi amigo por la canción que empezaba. No lo dejé avanzar de pista (imagino que era un equipo para CD), me sonaba extrañamente familiar. Eran dos guitarras limpias sobre un bajo como de Kieran Stephen (o sea cumplidor y no mucho más). Seguí mirando por la ventana. Mi amigo paró de quejarse. El volumen subió y el sonido se hizo nítido; sólo había un parlante pero la música era envolvente. Afuera todo empezó a derrumbarse, creo que caían misiles. Era un gran espectáculo. No se por qué cerré los ojos y me eché boca arriba sobre las sabanas. Me pegué contra el imaginario parlante de la pared a mi derecha. Una voz hablaba de misiles nucleares, catedrales milenarias y promesas más sagradas. Sentí que no me perdía de nada allá fuera. No importaba que Sandro Venturo me haya demostrado (por enésimo vez. Pero esa es otra historia) que el Perú no era el paraíso perdido, podría haber estado en cualquier lugar del planeta y seguir sintiendo lo mismo.

El personaje del UNA SEMANA EN EL MOTOR DE UN AUTOBÚS terminó pensando que todas las cosas que le importan estaban dentro de su cabeza. A veces siento lo mismo.

Cuando desperté tenía los audífonos puestos y ni rastro del NO NOS GANAN. Anuncio para coches de Los Planetas sonaba con un volumen respetable. Esta es una de las pocas canciones en que Jota se deja acompañar de una segunda voz: Carlos Hernández el productor del álbum.

Anuncio para coches.

Es virtualmente imposible saber

a donde apuntan tus misiles

saldré para ver que han destruido esta vez.

Catedrales milenarias, las promesas más sagradas

y sé que no habrás dejado casi nada en pie

y si queda algo que se pueda salvar

lo vas a destrozar

Y a mi ya me da igual, yo ya estoy en otra parte.

Tus ingenieros nucleares

están preparando otro ataque

y van tantos que ya no los puedo ni contar.

Andarán buscando un blanco

donde puedan hacer daño

y yo protegiéndome de esta radiación

con mi nuevo traje del mas duro metal que pude encontrar

así que me da igual

donde vayas esta noche a reclutar

a tu nuevo general

no le deseo mal

que le pongan una estatua.


Aún no me deshago por completo de la tonta idea de ser NO parte de la generación IPOD. Aunque uso IPOD (al menos un mp3 que parece IPOD), intento escuchar álbumes completos. Tengo la sensación de perder algo cuando escucho canciones aisladas (excepto que hablemos de New Order. Me gustan pero no soporto escuchar sus álbumes de corrido, tal vez el Technique…).

En fin, intento cambiar: había marcado reproducción aleatoria. Revisé mi mp3 y vi que antes de Anuncio para coches había sonado Edad Legal del tétrico pero siempre refrescante Columpio Asesino (melodías paranoicas, letras absurdas, el bateria canta, una de sus canciones suena a gaviotas. Y son de Pamplona). Supongo que en ese momento fue la persecusión ( tal vez en Cecilia Ann de Pixies. ¿Me perseguía una ola?). Luego vino Step On de los borrachos Happy Mondays Gonna stamp out your fire, he can change your desire. Definitivamente aquí fue el borrón ¿que pudo haber pasado?: He can change your desire, Don't you know he can make you forget you're a man. Que miedo. Maldito Foucault, tú tienes la culpa ¿qué es eso de experiencias límite?

Siempre que experimento algo que no he hecho antes, veo que, a pesar de mi escaso mundo, nada me sabe a nuevo. Las sensaciones cambian, pero yo no cambio. Quisiera ver esas experiencias límite de las que hablaba Foucault para olvidarme un rato de mí y poder mirarme de lejos. Los libros y la música me botan de mi cuerpo a patadas en busca de algo nuevo, pero me recuerdan que allá afuera todo es igual. Qué puedo hacer.Tal vez me ponga mi traje del más duro metal que pueda encontrar y... preparense drogas pesadas intravenosas.

Debí dormir escuchando La caja del diablo. Dios, debo dejar de escuchar Los Planetas. Bahh da igual.


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